PEP.Educación Popular

PROGRAMA DE EDUCACIÓN POPULAR
Montevideo-Uruguay
1989-2013
“… surge el P.E.P (Programa de Educación Popular) que se inicia como un
equipo de trabajo de tres técnicos (una socióloga, un psicólogo y un educador)
que apoyaban a las organizaciones sociales en tareas de capacitación y
asesoramiento. Sobre las necesidades emergidas de esta praxis reflexionada,
nace el CURSO INTERDISCIPLINARIO DE EDUCACIÓN POPULAR, como un
emprendimiento conjunto y así continúa siéndolo, más allá de los procesos que
han vivido cada uno de sus fundadores.”
(Celiberti, A; Grieco, A., 2002)


CONTACTOS:
Sede: Juncal 1460, Montevideo


Correo electrónico:
FACEBOOK: PEP URUGUAY http://www.facebook.com/pep.uruguay
programa.ep@gmail.com
Equipo de Coordinación
Ed. Juan P. Acerenza: de formación académica en Ciencias de la Educación,
proviene de la experiencia cooperativa y de la formación sindical. Es egresado del Curso
de Educación Popular y participa como coordinador desde el año 2005.
Katya Schwarzwald: maestra con 15 años de experiencia, con formación en
expresión corporal y educación inicial. Está finalizando un postgrado en Intervención
Psicosocial en la UCUDAL. Es egresada del Curso de Educación Popular generación
1998.
Nydia Correa: Profesora de biología con 12 años de experiencia, cumple además con
el rol de referente de educación sexual desde hace 4 años en liceo público de la capital.
Es egresada del Curso de Educación Popular generación 2010.
Nilson Medina: egresado del curso en 2007, operador en psicología social con
experiencia en Hogares, refugios e intervenciones en adicciones y consumo
problemático de drogas. Ha formado parte de equipos de trabajo con menores y adultos.
Yesica Cáffaro: Licenciada en Ciencias de la Comunicación, con experiencia en
diferentes proyectos de carácter social y comunitario con jóvenes. Recientemente
egresada del Curso de Educación Popular, se incorpora este año al equipo de
coordinación.
Op. en Psic. Social Lilian Toledo: proviene de las reflexiones desde la psicología
social pichoniana, especializada en género; acompañó la fundación de varias
organizaciones de la sociedad civil emergentes en la recuperación democrática y
continua en el diseño y supervisión de procesos educativo-organizativos comunitarios.
Ha transitado en la formación política hasta el 2008, intentando apoyaturas desde la
concepción metodológica dialéctica.
Ed. Popular y Animador Gustavo Vilas. Formador de Animadores en Recreación.
Con experiencia en trabajo con niños y niñas en situación de calle y en trabajo con
adolescentes en el ámbito de Secundaria. Coordinó el Área Educativa durante 18 años
en el Hogar Capitanes de la Arena. Integrante del Centro Recreándonos. Integrante del
Nodo Uruguay de la Red Iberoamericana de Animación Sociocultural, RIA.
También nos acompañan hoy, en calidad de docentes, talleristas y acompañantes
de las diversas y necesarias reflexiones sobre nuestra realidad, quienes
estuvieron en los inicios de esta propuesta como el Lic. Jorge Ferrando, Mster
Gabriel Kaplún, Mtra. Alba Grieco y Ariel Celiberti así como aquellos
pertenecientes a otras generaciones y organizaciones como Fabián Vilas, Alvaro
Amarilla, Juan Russi y Néstor Ganduglia, que nos desafían con sus preguntas y
nos sostienen en el camino con sus aportes y sus afectos.


Breve presentación de la propuesta
Este curso es una propuesta de aprendizaje grupal que parte de las prácticas, buscando
el énfasis pedagógico y político de las mismas, recreado por aportes teóricos y
metodológicos.
Su desarrollo es de tres años, con frecuencia semanal, donde abordamos diversos
temas en permanente diálogo con las prácticas de los participantes y acompañados por
diferentes técnicas de integración y comunicación grupal.
Está destinado a todos y todas quienes trabajen junto a sectores populares en busca del
desarrollo pleno de sí mismos, su comunidad y cada uno de sus integrantes.

Un camino, algunas sillas y muchos caminantes: más de 20 años de una modalidad de trabajo.

“Los educadores populares buscamos el reencuentro del sujeto consigo mismo, con su
quehacer individual y social (individuación), con sus practicas y experiencias, con su
medio y sus posibilidades, con su entorno y su cultura, ya que las transformaciones solo
son posibles con hombres y mujeres que se conocen, se asumen, se valoran, creen en si
mismos y en lo que son capaces de hacer”.
Carlos Raúl Mejia / María Inés Awad; Educación Popular HOY
A modo de reflexión final de esta presentación y con la intención de acercarles nuestra
manera de pensar, hacer y sentir; acercamos algunas de nuestras confianzas y
mucho de nuestras preguntas, que encuentran traducción mejorada, en las palabras
de los autores que encabezan estas palabras de cierre.
El equipo fundador, interdisciplinario en sus saberes, pero articulados en su
intencionalidad, tomaron la decisión de dar forma a un dispositivo que ofreciera una
traducción a las demandas de acompañamiento que llegaban a ellos/as a mediados
de los años ochenta: sería un proceso colectivo desde el cual poder incorporar un
código común, ordenar las discusiones e intercambios sobre el sujeto histórico,
conformando un grupo, destinado a dirigentes de base, en su mayoría, voluntarios.
La frecuencia periódica estable, un encuadre conocido y cognoscible y la modalidad
participativa articulada con una lectura de emergentes del aprendizaje ayudaron a
dotar de pertinencia a la propuesta.
Junto a esto se decidió no buscar formas de financiación externas al propio grupo -que
proliferaban en el país por el momento político que se vivía- sino más bien apoyarse en
el pago de una cuota mensual, que -adecuándose la mayoría de las veces a la
capacidad de cada organización- ayudaría a la apropiación del proceso de
aprendizaje de cada quién y a la vez, proporcionaría autonomía ideológica al
Programa de Educación Popular.
El principal aporte realizado a quienes transitaron en esos años por los grupos
fue ese: estar con otros/as diversos, en una reflexión crítica que sumaba a la
intencionalidad de cambio, la comprensión de lo que acontece en un grupo
humano, en tanto este se propone aprender “de” y aprehender “a” su realidad.
A esta altura del camino, y si bien solo se proporciona a los estudiantes un certificado
de asistencia, sin validación formal por parte de ningún organismo público, varios de
los mismos están insertos y contratados por parte de diferentes organizaciones, en
proyectos sociales; en especial desde 1990 en adelante-año en que se amplían las
políticas sociales municipales , de la mano del primer gobierno municipal progresista,
que encuentra en estos educadores/as, facilitadores del cambio entrenados-. Y con
20 años de tarea ininterrumpidos, podemos pensar en que contamos con varios
cientos de egresados, participando de las diversas formas en que se construye
ciudadanía.
Los años noventa se hicieron sentir con una disminución de la participación en los
grupos y con la disposición a invertir tiempo en la discusión-quizás también existía
poco entrenamiento de las nuevas generaciones-pero sobretodo en perder de vista,
más que problematizar “¿qué es lo popular?”, “¿quién es el pueblo?”, “¿son los
pobres, los marginados?”, es decir: perdimos del horizonte de la reflexión la idea de
sujeto o sujetos históricos.
Pensamos que el aporte de este dispositivo, que se seguía proponiendo el
mantenerse estable en el tiempo, fue en ese momento, el ofrecer la posibilidad de esa
pregunta: para y ¿con quiénes trabajamos?
¿Dónde nos posicionamos?
En el comienzo del segundo gobierno progresista, con mayor desarrollo de las
políticas sociales y con proyectos con destinatarios acríticamente definidos como
“vulnerables”, el Curso Interdisciplinario de Educación Popular es un espacio para
pensar, en medio de prácticas sociales que no dejan tiempo para ello.
Con una intencionalidad que se sostiene, los participantes vienen hoy al grupo,
buscando el cómo realizar esa tarea, sin perder ese horizonte y sin quedarse en el
camino: lo metodológico ofrece una apoyatura a las intenciones y los deseos.
Ese es nuestro aporte hoy, junto con un sostén para una transformación que no
imaginábamos: el pasar de ser militantes a “técnicos contratados” para un quehacer
que se vive como similar a la de hace tiempo: cambiar la sociedad, hacerla más justa.
A 20 años, sin convertirnos en propuesta formal, nos hemos convertido en propuesta
confiable, quizás con algunas burocracias y debilidades, también con la fortaleza de
confiar en quienes acuden a nosotros para aprender juntos.
Montevideo, marzo de 2013.